Fiebre amarilla en viajeros: actualización esencial para una enfermedad que sigue vigente
- Vaccinia

- 18 nov
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La fiebre amarilla, una infección viral transmitida por mosquitos, continúa representando un riesgo significativo para viajeros que visitan áreas tropicales de América del Sur y África. Aunque existe una vacuna eficaz desde hace casi un siglo, el aumento del turismo internacional y la expansión ecológica del virus obligan a mantener actualizada la información para profesionales de la salud y viajeros.

Una enfermedad histórica que persiste
La fiebre amarilla ha acompañado a exploradores, trabajadores y comunidades durante siglos, causando brotes devastadores y una mortalidad elevada. A pesar de que su transmisión hoy se concentra en regiones específicas de Sudamérica y África subsahariana, la enfermedad sigue siendo una amenaza real debido a factores como la urbanización, el movimiento humano y la presencia extendida de mosquitos vectores
El virus provoca un espectro de manifestaciones que va desde un cuadro febril inespecífico hasta falla hepática, coagulopatía y muerte. En Sudamérica, la letalidad en casos sintomáticos puede alcanzar entre 40% y 60%, cifras superiores a las reportadas en África, donde la coevolución histórica con el virus otorga cierta protección en poblaciones locales.
Riesgo creciente entre viajeros internacionales
El documento resalta que más personas viajan cada año a zonas tropicales, muchas de ellas sin vacunación previa y con condiciones médicas complejas. El riesgo estimado para un viajero no vacunado que permanece dos semanas en un área de alto riesgo en África es de hasta 50 casos por cada 100.000 personas; en Sudamérica, cinco por cada 100.000. Aunque el riesgo varía según destino, temporada, actividades y brotes activos, los casos recientes en viajeros retornados demuestran la importancia de la prevención.
La vacuna 17D: el pilar de la prevención
Disponible desde la década de 1930, la vacuna 17D y sus subcepas actuales (17D-204 y 17DD) ofrecen una protección robusta, con seroconversión superior al 90% a los 10 días de aplicada. La evidencia muestra que una sola dosis proporciona inmunidad de por vida en la mayoría de personas, aunque ciertos grupos —viajeros a zonas de alta transmisión, personas inmunosuprimidas, embarazadas vacunadas durante el embarazo, trabajadores de laboratorio— pueden requerir refuerzos.
Contraindicaciones y seguridad
La vacuna, al ser de virus vivo atenuado, puede provocar eventos adversos graves como enfermedad viscerotrópica o neurotrópica, especialmente en mayores de 60 años, lactantes menores de 6 meses, pacientes con VIH avanzado o condiciones de inmunosupresión. Para estos grupos, el análisis riesgo–beneficio es esencial antes de recomendar la vacunación.
Conclusión
La fiebre amarilla continúa siendo una amenaza para viajeros y un desafío para los sistemas de salud. Conocer la epidemiología, los riesgos y las recomendaciones de vacunación es clave para prevenir brotes y proteger vidas.
Consulte aquí el documento completo para explorar en detalle cada sección y profundizar en las recomendaciones oficiales y la evidencia científica más reciente.



